domingo, 29 de enero de 2017

La batalla del Portal

No fue la primera batalla en Bajomontaña, ni sería la última.

Puerto Cráneo llevaba tiempo a punto de estallar, la creciente influencia que el Ojo poseía sobre todo el nivel empezaba a ser un serio peligro para las sacerdotisas de Eilistrae y para Aguasprofundas. En esta situación, cabía esperar que con la llegada de los Caminantes de las Sombras y de los Prodigios a Puerto Cráneo se podrían desencadenar una serie de acontecimientos donde inevitablemente se verían involucradas las principales fuerzas de la pequeña población, de todo el nivel e incluso de Aguasprofundas.

Los espías del Ojo habían sido alertados de la llegada de los Prodigios por los Caminantes de las Sombras que, una vez más, parecían adelantarse a los hechos y preparaban el terreno buscando aliados que tuvieran intereses comunes. Esta nueva alianza les permitió posicionarse estratégicamente en el nivel para preparar una emboscada en la caverna oculta donde se encontraba uno de los pocos portales de la canción que sobrevivieron a la caída del gran reino élfico de Illefarn. Los caminantes de las sombras unidos a las poderosas fuerzas del Ojo tenían la certeza de acabar con los Prodigios de una vez por todas... y hubiera sido así de no ser por la inesperada ayuda que surgió de una improvisada alianza con las sacerdotisas de Eilistraee que residían en el mayor complejo sagrado dedicado a la Diosa situado entre Puertocraneo y la fortaleza del Ojo.

Con gran ambición, el Ojo aprovecho la situación para intentar asestar al mismo tiempo un golpe definitivo a las sacerdotisas para erradicarlas del nivel de una vez por todas, y así poder gobernar PuertoCraneo sin oposición. De haberlo logrado, habría sido cuestión de tiempo para que finalmente hubiera conseguido el control de prácticamente todo el contrabando de Aguasprofundas. Los Lores de la ciudad no lo podían permitir.

Un lord en particular, no lo podía permitir.

Khelben, elegido de Mystra, y uno de los archimagos más poderosos de Faerun poseía fuertes vínculos personales con Quilue Veladorn, suma sacerdotisa del templo y también elegida de Mystra. Khelben, tras seguir la pista a los prodigios desde su encuentro en el templo de Mystra en Halruaa pudo averiguar sus intenciones con el portal,  lo que también le permitió adelantarse a los hechos. Khelben posiciono a sus agentes y aviso a los maestros de los prodigios para ayudarles a infiltrar y ocultar a otro prodigio en la batalla justo en el momento indicado, al mismo tiempo, ataco a los agentes del Ojo en PuertoCraneo lo que impidió que el Ojo pudiera enviar más refuerzos y le obligara replegarse para defender su fortaleza. No era un plan perfecto porque obligaba a las sacerdotisas y a los prodigios a tener que aguantar durante un tiempo el asalto, pero lucharon con valentía, fiereza y astucia... el tiempo suficiente hasta que los asaltantes fueron rechazados.

Cuando el último de los prodigios cruzo el portal Khelben miro a Quilue con complicidad
-         ¿Crees que lo convencerán? – Le pregunto
-         Han llegado hasta aquí, ¿qué otra opción tienen? – Le respondió