martes, 21 de agosto de 2018

La Prueba del Mago



Los prodigios continúan el arduo avance a través de las diferentes pruebas del excéntrico Yilganor con perseverancia.  Al final el “niño” resulto de gran ayuda en la prueba de adivinación en una mazmorra llena de trampas y elecciones donde solo las habilidades combinadas del grupo pudieron dar con la puerta final correcta.

Superada la prueba, se pudo disfrutar de un breve descanso en la oquedad de los portales en la montaña sin interrupciones ni eventos inesperados. Tras una ojeada a los portales restantes, empezó a crecer un sentimiento de preocupación ... quizás al percibir que esas pruebas podrían haber acabado con la vida de mucha gente y que podrían resultar ser la obra de un mago medio loco harto de recibir visitas.

Los prodigios continuaron con la siguiente prueba encontrándose en una sala octogonal donde una vez más había que elegir entre varias varitas que resultaron ser ilusiones salvo una, la varita de conjuración de sombras mayor. Al coger la varita el gnomo empezó a multiplicarse hasta haber gnomos por toda la sala lo que creaba una confusa visión extendida por todos los espejos hasta el infinito.

La batalla comenzó, con tan mala suerte para el gnomo y no sin gran acierto por parte de los prodigios al quedarse atrapado por la telaraña justo en el comienzo. La suerte estaba echada y la batalla parecía resuelta pero ocurrió algo inesperado.. Al invocar el poder de la varita se abrió un portal con el plano de las sombras y el enemigo irrumpió! Destruyendo todas las Ilusiones, terminando la prueba y mostrando el portal de salida. Sombras y magos empezaron a asaltar la sala y entonces la verdadera batalla tuvo lugar. La salida estaba lejos y el portal crecía constantemente, aunque despacio, y todo indicaba que no pararían de aparecer enemigos si no fuera por el muro de piedra que tapo la entrada. Pero los prodigios sabían... que no sería para siempre.  Tras varias bolas de fuego, proyectiles mágicos, rayos, expulsiones de no muertos y otras barbaridades los enemigos fueron cayendo uno tras otro hasta quedar solo un mago que fanáticamente seguía luchando sin importarle la ausencia de aliados. Derrotar al mago y escapar, esa era la idea, pero de repente todo se torció. El mago lanzo un confusión con tal fortuna que llego a afectar a Toichinao , Shevrik y Devling al mismo tiempo , a los ojos de Drinade y Welverine la escena se volvió dantesca mientras observaban con impotencia como sus compañeros se atacaban  los unos a los otros. El portal se hacía más grande, se oían estrépitos procedentes de más enemigos intentando romper la piedra que los bloqueaba y el mago sobreviviente luchaba con más conjuros que no podían traer nada bueno.

La situación es desesperada pero aún no está perdida. La versatilidad de los prodigios y  la fuerza que les impulsa propiciada por las revelaciones de Savras acerca del Abismo y de la ambición de Lass Zural animan a los héroes a seguir adelante sin dudar e intentar llegar hasta el excéntrico mago que podría tener la clave del futuro de Toril


 


En la situación comprometida de batalla en la que estaban metidos un poderoso mago de las sombras con una gran resistencia en la batalla mágica y en la confusión en la que estaban metidos Toichinao, el Delvling (arpista) y el gran Shevrik a punto de ser trágica, aparece Guille el ferviente seguidor del "bien" y mesías de su palabra, para romper el peligroso bucle que se había creado auto-destructivo del grupo. Finalmente Drinade acabó con el poderoso mago, y, pese a que la bruja quería quedarse a finalizar la batalla contra los planos, fue convencida por Toichinao de que quizá no fuera lo mas adecuado  a largo plazo,  afrontar la brecha interplanar que se había abierto era su deber pero quizás llegar a Yilganor  podría evitar males mayores en la guerra que se avecina en los planos ; tanto es así que lo ultimo que se intuye aparecer de ese portal es un GIGANTESCO arácnido de la sombra que provocó  un shock en los prodigios y los alertó de que la misión en la que estamos está en un punto bastante delicado. Al atravesar finalmente el portal de Yilganor, la amenaza arácnida quedó atras ¿de manera permanente?



Tras la restauración y el merecido descanso del grupo, sin más tiempo que perder el grupo se dispuso a atravesar otra puerta de las desquiciadas pruebas del insano Yilganor. La siguiente prueba resulta ser una serie de cámaras y pasillos subterráneos repletos de pruebas que hacen que el grupo tenga que adaptarse para superar abismos, habitaciones sin puertas,  escenas pintorescas sin sentido, portales que transforman, etc.  Al entrar en una sala los prodigios se topan con una habitación con inscripciones dwergar en las que se ve razas del subterráneo (drows y dwergar), en escenas grotescas de mutilación y tortura por parte de los drows hacia los duergars. 

Tras una breve exploración vemos un portal sin puerta (literalmente);  En el portal se infiere un aviso para que razas no subterráneas no lo atraviesen, no obstante todo el grupo al descubrir un bug del sistema de defensa accede a la zona que defendía el portal maldito por una ruta alternativa y  tras avanzar más profundamente en la prueba se encuentra con unas situaciones bastante confusas: una elfa desesperada por haber perdido al resto de su grupo , un campesino que labra la tierra  de un desierto (en una zona exterior), y quiere conseguir una cosecha extremadamente grande para ¿ganar un concurso? de hortalizas grandes y.. una sala con dos estatuas de un elfo escultor y una bella elfa noble con un bloque de piedra en medio que al parecer se quedaron con las ganas.... y otra sala con un demonio alado atrapado en una cama de tortura con una plancha de metal con pinchos cayéndole encima que nunca acaban de atravesarlo.  El grupo está intentando pertrecharse de varas para ver si solucionan el chiflado enigma que les plantea el esquizofrénico Yilganor.




Los prodigios pronto llegaron a la conclusión que las salas de lo que parecía ser la prueba de alteración dependían unas de otras, superar los acertijos que se iban encontrando incrementaría las posibilidades de superar la 5ª de las pruebas sin muchos contratiempos. 

Antes de continuar había que asegurar la zona y eso significaba que se debían esclarecer un poco más los hechos que habían dejado sola y desamparada a la pobre elfa que ahora les acompañaba. Tras varios interrogatorios y una intensa vigilancia por parte de Fransico (que a veces escrutaba otras cosillas ya de paso) y Guille finalmente se descubre que la indefensa elfa era un traicionero Cambiaformas (criaturas difíciles de descubrir incluso con las dotes adivinatorias de Shevrik) que había sido capturado en la capital elfica por robar a unos nobles.  Su misión ahora como peón de Yilganor era sencilla, robar lo máximo posible a los prodigios y desaparecer en cuanto surgiera la primera oportunidad. Quien sabe, quizás incluso apuñalar a alguien y reemplazarlo si se diera el caso.  El Cambiaformas había conseguido robar varios objetos mágicos que escondía en un saco contenedor tapado por sus ropajes y lo más lógico hubiera sido despojarlo de todo y abandonarlo a su suerte, pero tras un largo interrogatorio con intimidaciones incluidas  se descubrió que la miserable criatura no podía saltarse sus ordenanzas a la ligera... parecía más practico utilizarlo, conseguir su ayuda (y su varita) a cambio de sus cosas y su vida y dejar que siguiera a lo suyo.

La búsqueda de varitas prosigue, primero en la sala del desierto donde el agradecido agricultor se desprende de otra varita al ver como sus hortalizas son agigantadas por un crecimiento de plantas y, posteriormente, en la sala del demonio donde tras varios intentos de dañarle por parte de Guille se llega a la conclusión que el demonio no iba a colaborar fácilmente.

La bruja Drinade, conocedora de estos seres infernales, buscando una alternativa consigue tras varias negociaciones apoyadas por Guille y Fransico un pacto con la vil criatura para conseguir la varita a cambio de su liberación y abandono inmediato del plano material. El demonio cumple con su palabra a regañadientes sin conseguir la ansiada sangre elfica que también quería como incentivo. Se va del plano..no sin antes aterrar un poco a los presentes.

Cargados de varitas los prodigios continúan por los pasadizos superando una estrecha rendija en forma de gelatina y forma gaseosa.  Luego se encuentran con un pasadizo inundado que Drinade trata de superar sin suerte aguantando la respiración para luego descubrir que Welverine tenía un conjuro de respirar por el agua.. Suficiente. Finalmente llegan a la sala final donde hay tres círculos mágicos en línea unidos por dos pasillos también rúnicos. Un extremo tiene un perro y el otro un gato. Tras varias pruebas poniendo algún que otro perro y/o elfo en los círculos sin suerte Fránsico hace memoria de sus largos días de estudiante (y noches) estudiando y recuerda que el gato y el perro deberían ser los únicos elementos necesarios. Tras discurrir un poco … se descubre que al cambiar el perro en gato y viceversa se atraen y se unen al círculo central rompiendo la protección y abriendo el portal.

Quedan 3 portales. Adentrándose en el siguiente los prodigios se encuentran con una Arena de conjuración donde entran a formar parte de un maquiavélico juego con una especie de mercader elfo algo tripudo lleno de joyas. El juego es sencillo, invocar criaturas y usar fichas de eventos todo con duraciones determinadas, para ganar la batalla en la arena en un tiempo determinado, el que más criaturas tenga al final, gana. Grifos, vampiros, ballestas, demonios todo vale …  incluso hacer trampas... el sonriente mercader se moja los labios.


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