El cielo se cubrió de nubes y
una expesa niebla al parecer antinatural
lo inundo todo, aun así la ciudad seguía
de fiestas y en las calles se notaba el bullicio. Los prodigios llegaron
a la tienda de magia del mago rojo Szon’Tur ,
Que le s condujo a una sala
secreta de su tienda. Allí le explicaron los últimos acontecimientos que
ocurrieron en el mar, incluyendo el evento con la Pirata Crinti Hazm’cri
Catharyn y negociaron un rescate del barco. El mago rojo, con disposición de
ayudar pero siempre manteniendo las distancias, se encargó de las reparaciones
y de teletransportar al enano y los prodigios restantes. Hecho el trato, les
explico las posibles opciones que tenían en la ciudad y discutieron los
siguientes pasos.
Tras la visita del mago rojo, los
prodigios fueron a visitar a la resistencia en una casa segura en el distrito
mercante, allí conocieron a los líderes de la resistencia:
Laia Dinoryn, hija de una de las
casas más ricas de la ciudad poseedora de una mina de plata. Y al parecer con
gran influencia en el gremio de ladrones. Dorian Szzul, hijo del
desaparecido dueño de la casa poseedora de la mina mas grande del país. Dorian
les pide ayuda a los prodigios a recuperar a su padre o cualquier pista de su
paradero. kell hzzamthul, dueño de otra
mina de plata y líder de su casa.
La resistencia se mostró muy
interesada en la misión de los prodigios e invitaron a ayudar en la medida de
lo posible. Laia avisó que no se podría confiar en Catharyn y se debería andar
con mucho cuidado haciendo tratos con ella.
La resistencia proporcionó información, un contacto mercader, venenos y
el apoyo a la hora de entrar en la mansión a última hora de la noche.
Las opciones eran pocas, los
drows iban a ir a unos baños de lujo, luego irían al teatro, después al templo
de Lloth y a la mansión. El teatro
estaba fuertemente protegido al igual que el templo por lo que los baños
parecían la primera opción.
Antes por si acaso, los prodigios
optaron por visitar primero al dueño
(Kodos) de una posada de lujo llamada el Delfín Borracho en el distrito de los nobles
que era afín con la resistencia, este les proporciono cierta información acerca
de los drows y de los eventos de tortura exclusivos (incluyendo una Marilith)
que iban a tomar lugar en la mansión de Hasafir Hazm’cri, donde se
dirgían. En la posada se les presentó su
enigmática acompañante y agente de Catharyn , Elanya:
Esta prácticamente indetectable
halfling resultó ser la madre de Shin , el vampiro halfing que destruyeron los
prodigios en las catacumbas samneidit. My afligida por la conversión de su hijo
parecía bastante resuelta en acabar con los caminantes de las sombras y con el
vampirismo de Dambrath. Eso sí también advirtió que ayudaría pero debería cumplir
con su parte y entregarle a la pirata la calavera (avisó que era un artefacto
malvado que no la tocaran..) que le prometió. Al igual que la resistencia
insistió en que no se podría confiar en Catharyn a la hora de realizar el
trato.
Finalmente los prodigios se
dirigieron a los baños en busca de los drows, allí les encontraron disfrutando
de las amenidades del lugar. Los guerreros en los baños centrales y el
aristócrata con el mago dándose unos masajes privados en otro edificio.
Welverine los espió escuchando sus conversaciones acerca de que pasaría en el futuro,
reticentes a creer que los Crinti junto con los caminantes de las sombras
seguirían cediéndoles el poder sobre la ciudad.
Al no poder hacerse con sus identidades,
los prodigios optaron por emboscarlos de camino al teatro en las calles del
distrito de los nobles. La lucha fue encarnizada, U-Grukk alias ‘batidora’ descuartizaba,
Welverine en la distancia los ataco con conjuros, Guille pasaba como una coraza
impasible entre sus filas y Svira también en la distancia atacaba con todo lo
disponible. Los drows tuvieron pocas opciones y tan solo el mago consiguió
escapar in-extremis.
La batalla llamó la atención de
los caminantes de las sobras que desde la distancia, ocultos, comenzaron a
hostigar a los prodigios con flechas impías...
Se enfrentaban ante un oponente
prácticamente indetectable que pretendía darles caza antes que llegaran a la
mansión, o al menos debilitarlos o
ralentizarlos para hacerles perder tiempo y que la misión fracasara.
Fue entonces cuando apareció
Elanya materializándose del mismísimo aire para crear un muro prismático y
cubrir la retirada de los prodigios. Les indicó una plaza donde la resistencia
estaba organizando una protesta y prestos se dirigieron hacia allá. Una vez mezclados
con la turba Laia Dinoryn les sugirió que avanzarían más rápido por las alcantarillas,
el gremio de ladrones las conocía bien y no estaban muy lejos de la mansión.
Los prodigios siguieron por las fétidas alcantarillas, en la oscuridad fueron
emboscados por un grupo de vampiros asesinos Crinti pero lograron escapar a
duras penas mientras ladrones del gremio les cubrían la retirada.
Volvieron a la superficie justo
en frente de la mansión, todo estaba extrañamente tranquilo. Avanzaron sin más
dilación intentando no llamar la atención disfrazados como drows. Los guardias
de las puertas estaban totalmente inmóviles , cuando se aproximaron más , pudieron
comprobar que realmente estaban ..Petrificados.
Parece que la resistencia estaba demostrando una gran capacidad de
coordinación para facilitar el asalto de los prodigios a la mansión. De camino a la puerta de la mansión no
encontraron ni un guardia, ni una trampa, todo totalmente despejado.
Laia estaba esperándolos en la
puerta, les dió unos pergaminos de protección contra la muerte y también les
recomendó una posible vía de escape en una fuente cercana si las cosas llegaran
a torcerse mucho. Deseándoles suerte, los prodigios entraron en la mansión. Les
advirtió , al igual que Elanya, que se dirigían a una trampa con total
seguridad.
La opulenta mansión estaba
totalmente decorada con todo tipo de lujos , tapices, cuadros, candelabros
dorados, alfombras de zackara.. y
parecía que también estaba prácticamente desierta. Prácticamente. Tras explorar el segundo piso, apareció un
pequeño destacamento de soldados fuertemente armados escoltados por dos
sacerdotisas de Loviatar por las escaleras. Probablemente destinados a recibir
las autoridades que luego acudirían a la mansión para disfrutar del exquisito
espectáculo del dolor que había programado.
Los prodigios no se andaron con
chiquitas y asaltaron el destacamento, ninguno quedó con vida salvo una de las
sacerdotisas que ya se había dirigido a preparar el salón de la tortura
previamente.
Siguieron explorando el tercer
nivel , primero una capilla de Loviatar donde encontraron un látigo mágico
impío para torturas. Posteriormente visitaron una armería, unos baños con sirvientes
elementales de agua no hostiles y los aposentos de la lugarteniente de la suma
sacerdotisa, Yselenia:
Yselenia fue cogida por sorpresa
por Welverine que prácticamente la inutilizo con un conjuro de tentáculos
negros. La lucha fue rápida , en su dormitorio
rapiñaron varios pergaminos y un cofre cerrado. El estruendo de la batalla ,
llamó la atención de Elara , suma sacerdotisa de Loviatar. A diferencia de su
compañera, Elara se preparó concienzudamente contra la invasión. Primero mando
un Golem de carne para distraer a los prodigios y después se lanzó al combate
por el pasillo provista con varias protecciones y mejoras mágicas.. Con
apariencia de guerrera en armadura de casi tres metros. La Lucha fue
encarnizada y finalmente la sacerdotisa sucumbió ante el ataque combinado del
hacha de U-grukk , la espada de Drinade, las flechas de Yerilian , la destreza
de Svira y la magia de Welverine.
Los prodigios saquearon también
sus aposentos, encontraron diferentes materiales mágicos y una calavera que al
final no resultó ser la que estaban buscando para Elanya, sino una creación a
medias de un artefacto similar para hacerse pasar por la auténtica. Derrotadas las sacerdotisas de
Lovitar, los prodigios siguieron buscando por la mansión y dieron con un
escondrijo mágico detrás de un cuadro-retrato de la primera reina de Dambrath,
Cathyr. Svira , poniendo a riesgo su vida, adentro su mano para coger un
pequeño cofre que había en la cavidad interdimensional. Svira fue presa de un
poderoso hechizo que afecto a su mente haciéndola perder el control.
Los
prodigios acudieron a Elanya para ver si la podía salvar, tras negociar y
afianzar su relación de cooperación con ella, Drinade consiguió convencerla
para ayudar a Svira a cambio de darle el
amuleto que contenía el cofre encontrado. El amuleto , al parecer tenía la habilidad de comunicarse con la primera
reina de Dambrath , Cathyr que según las leyendas fue transformada por medio de
un ritual en un ente no muerto para proteger Dambrath para siempre. El amuleto
resulto ser el objeto mas deseado de Cathyr y finalmente Elanya se lo devolvió
a los prodigios por si les pudiera resultar de ayuda en las catacumbas.
Prosiguiendo con la búsqueda de
las catacumbas, los prodigios dieron con el salón de tortura , un gran espacio
lúdico preparado para llevar a cabo los más sangrientos y dolorosos
espectáculos que las retorcidas mentes de los seguidores de Loviatar pudieran
imaginar. Allí se encontraba la Marilith , junto a la única sacerdotisa que
quedaba con vida, preparándose para
torturar una angel Astral llamada Lumalia. Lumalia se encontraba en un altar
elevado encadenada y sometida por el poder de la calavera de Al-Khemir que tenía
justo delante en un pedestal. El poderoso artefacto que tenían que darle a
Elanya para conseguir la palabra de mando del sello familiar Hazm´cri de
Catharyn y así evitar las protecciones de las catacumbas.
Decididos a seguir adelante, los
prodigios se enfrentaron al poderoso demonio.
Durante la lucha, en un momento de distracción, Welverine robó la
calavera liberando a Lumalia de su yugo. Lumalia cortó las cadenas con una
barrera de cuchillas y expulsó a la marilith del plano material con un toque
angelical. La marilith , Yxunomei ,
dejó el plano ni sin antes dedicar una mirada de odio y un ‘ya nos veremos’ a
Lumalia y a los prodigios.
Lumalia curó a U-grukk de las
heridas del combate con la marilith y explicó que tras cientos de años de
tortura a manos de un zulkir de Thay , fue liberada por otro Zulkir , Yaphyll ,
el zulkir de la adivinación para venir a Dambrath e intentar recuperar el
artefacto que también buscaban los prodigios. Muy agradecida, se ofreció a
ayudar a los prodigios en las catacumbas.
Los prodigios le dieron la calavera
a Elanya , aún mas consolidada su relación con ella, Elanya optó por avisarles
de la traición de Catharyn. Les iba a esperar a la salida de las catacumbas
para robarles el artefacto y así quitarle el poder a su hermana Hasafir. Elanya
se ofreció para ayudarles a evitar la emboscada y preparar la calavera falsa
con fuertes maldiciones para dársela en vez de la auténtica y asi desequilibrar
el combate a favor de los prodigios.
En el salón de tortura había una
puerta secreta que llevaba a unas escaleras y a un antiguo pasadizo que
enlazaba la mansión con un templo subterráneo.
Cuando llegaron al templo, los prodigios descubrieron que estaba siendo utilizado por
los caminantes de las sombras para inculcar a los dambrathianos el nuevo orden
que estaba por llegar. Detrás del altar, se encontraban las escaleras hacia las
catacumbas.
El selló familiar funcionó y los
prodigios bajaron a las oscuras e impías catacumbas… Aquellos de corazón
bondadoso pronto notaron y sufrieron la maldad del lugar. Todas las paredes de
las catacumbas estaban recubiertas por acero sombrío y no había ninguna fuente
de luz a la vista. Un pasillo principal , con las estatuas de Cathyr Melanith y Yenandra al principio, conectaba la entrada con la cripta principal
justo al final. Allí se encontraban enterradas (supuestamente) las figuras mas
importantes de la historia de dambrath custodiadas por una imponente estatua de
loviatar. La estatua estaba decorada con una brillante Tiara plateada con
piedras preciosas rojizas. Sin duda de gran valor.
El círculo de la diabólica trampa
se cerró… barrotes de adamantita cayeron
en las escaleras dejando a los prodigios y Lumalia encerrados que fueron asaltados por
multitud de vampiros y golems de acero-sombrío , Liderados por Lord Thadeus. Marido de Cathyr.
Lord Thadeus dejó de luchar
a cambio de poder conseguir el amuleto de su amada pero el resto de los
no-muertos cargaron sin piedad. Por si fuera poco otros malvados seres de
ultratumba seguía uniéndose a la batalla…. Además si ya pintaba mal la cosa ,
Thadeus y Cathyr , confesaron que el artefacto probablemente se lo habían
llevado ya los caminantes de las sombras
dejando a los prodigios una única opción, ESCAPAR!